Educación Religiosa
Este blog esta creado para reflexionar sobre la asignatura de religión en los colegios y analizar si esta bien enfocada o es monopolizada por una sola visión.
sábado, 1 de febrero de 2014
jueves, 29 de agosto de 2013
Pincelada de las religiones del mundo
Religiones from Andrea Tauta
extracto de "religión", wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Religi%C3%B3n
Ciencias humanas y religión.
En la Antigüedad grecorromana, los filósofos
ya intentaban explicar el origen de las creencias. Critias pensaba que la religión (y el temor a
los dioses) se había inventado para imponer a cada uno el respeto a la
sociedad: disciplina, moral, sentido del bien y del mal. Lucrecio en De natura rerum, emite la
hipótesis de que los hombres inventaron a los dioses para explicar las maravillas
y los misterios de la naturaleza: para explicar lo que no controlaban. Los
antropólogos, psicólogos y sociólogos mantienen para la mayoría estas dos
explicaciones.
Hasta el siglo XX, la
perspectiva dominante sobre el origen de la experiencia religiosa la sitúa en
el sentimiento de espanto o miedo ante lo desconocido o aquello que escapa a
una explicación racional. Este punto de vista se hizo famoso por los trabajos
de Rudolf Otto. Más tarde, Mircea Eliade propone el término de hierofanía como percepción de lo
sagrado, en donde el impulso o sentimiento religioso está caracterizado por un
sentimiento de insuficiencia ante la explicación de la realidad que ofrecen los
sentidos y la razón humanas. La idea de hierofanía que propone Eliade asienta
una oposición entre lo sagrado y lo profano que desplaza la anterior entre
razón y miedo irracional. Este enfoque será el germen de un nuevo tratamiento
en los estudios sobre la religión, y posibilitará su expansión en las
principales universidades de Europa y Estados Unidos
En las religiones más
antiguas, algunos miembros de sociedades de cazadores-recolectores o agrícolas
se aislaban, en un estado deprivación sensorial de para favorecer la aparición de
visiones y sueños místicos. A
menudo diversos métodos o productos alucinógenos eran empleados, como
activadores de estos procesos. Estas prácticas aún existen en las diversas
formas del chamanismo. Del mismo
modo, inciensos y plantas especiales como el opio y el cornezuelo del centeno, con
propiedades alucinógenas, se desarrollaron en los oráculos de Grecia, Egipto y
Roma. Esta utilización de sustancias externas podemos encontrarla en la
historia en el origen de muchas de las grandes religiones; como por ejemplo
ocurre con los primeros desarrollos visionarios de los pueblos indoeuropeos
hace más de 10.000 años, y que posteriormente se asentarían en el valle
del Indo hace más de 4000 años.
En su evolución histórica,
algunas religiones se irán sofisticando para observar nociones de pureza de
cuerpo y espíritu que irán desterrando la alteración de la psique mediante sustancias externas. Las
sustituirán los rituales, oraciones, y técnicas contemplativas que se
convertirán en los facilitadores de la experiencia religiosa. Esta evolución,
unida al triunfo o colapso de las diferentes civilizaciones que las acogen, y a
la presión del medio social en el que se desenvuelven, explicará en buena
medida el futuro de las distintas religiones.
Las minorías
El término minoría es una categorización sociológica dentro de la demografía, que se refiere a un grupo de población
humana numéricamente inferior y con ciertas
creencias y costumbres en común, que permiten definir y diferenciar a sus
miembros entre todos los habitantes de la sociedad o
comunidad mayoritaria a la que pertenecen. Parte menor de los individuos que
componen una nación, ciudad o comunidad y que puede referir por la raza,
lengua, ideología, religión, u orientación sexual e identidad de género, etc.
Los
derechos de las minorías
El principio de
no discriminación tiene por objeto garantizar la igualdad de trato entre los
individuos cualquiera que sea su nacionalidad, sexo, raza u origen étnico, su
religión o sus creencias, discapacidad, edad, orientación sexual o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social. Todas las personas tienen
iguales derechos e igual dignidad, y ninguna de ellas debe ser discriminada en
relación con otra. La discriminación impide el desarrollo pleno del potencial
de la persona, mina la confianza en las virtudes de las sociedades democráticas
y provoca exclusión social.
Íntimamente
ligada a la protección contra la discriminación (imprescindible para garantizar
los derechos de las personas pertenecientes a minorías) se encuentra la
protección de las minorías propiamente dicha. Ella exige el reconocimiento de
derechos tales como:
- derecho a la existencia y a
la identidad
- el derecho a la protección y
desarrollo de su cultura, a disfrutar de la misma
- a profesar y practicar su
propia religión
- a participar en las
decisiones que se adopten en cuestiones que les afecten
- a participar en la vida
social, económica y cultural
- a establecer y mantener sus
propias asociaciones
- a utilizar su propio idioma
en privado y en público
extraído de ararteko,http://www.ararteko.net/s_p_9_final_Principal_Listado.jsp?seccion=s_fdes_d4_v1.jsp&codMenuPN=66&codMenuSN=178&codMenu=181&codbusqueda=142
09/09/2013
miércoles, 28 de agosto de 2013
Encuesta pública
El Laicismo,
lejos de constituir una ideología particular contrapuesta a otras, aparece históricamente como uno de los principios
básicos de toda democracia, vinculado al reconocimiento de la libertad de
pensamiento, a la igualdad de los ciudadanos en derechos y deberes y, por
tanto, a la no discriminación por razón de sus ideas. Su contenido no es otro
que el
establecimiento de las condiciones jurídicas, políticas y
sociales idóneas para el respeto y desarrollo pleno de la libertad de
conciencia, uno de los pilares fundamentales de los Derechos Humanos. Implica la separación
efectiva entre el Estado -que representa a toda la ciudadanía- y las
confesiones religiosas, cuyos principios y creencias sólo conciernen al grupo
de personas que las comparten. A fin de salvaguardar el espacio de lo público y
común de toda connotación sectaria, defiende la neutralidad ideológica de las instituciones públicas -que son de
todos- con respecto a cualquier intento de imposición o apropiación por parte
de intereses o ideologías de carácter particular.
La Escuela es, justamente, una de esas
instituciones públicas donde es preciso observar de forma más escrupulosa el
principio de laicidad o neutralidad por tener como función la satisfacción de
un derecho universal, como es la educación, que atañe al conjunto de los
ciudadanos sin excepción. Como establecen diversas declaraciones y pactos
internacionales, e incluso nuestra propia legislación sobre la materia, los
objetivos básicos de la educación persiguen el libre y pleno desarrollo de la
personalidad humana, así como el fortalecimiento del respeto a los Derechos
Humanos y a las libertades fundamentales. Y ello no es posible si la Escuela
Pública no se asienta sobre la libre formación de la conciencia y el fomento de
la actitud crítica. Estos objetivos resultan por completo inalcanzables
mientras los Poderes Públicos sigan sometiéndose a los dictados de los Acuerdos
con la Santa Sede y de una obsoleta Ley Orgánica de Libertad Religiosa, que
vulneran principios democráticos elementales. Frente a la invocación de cualquier
otro interés particular, incluso de los propios padres, la Declaración de los
Derechos del Niño de 1959 afirma que siempre ha de prevalecer“el
interés superior del niño”, explicitando en la posterior Convención de
1989 que los Estados “respetarán el derecho del niño a la
libertad de pensamiento, de conciencia y de religión”, obviamente conculcado cuando, sin tener desarrollada su
autonomía, se ve sometido a un adoctrinamiento religioso o de cualquier otra
naturaleza.
extracto de "Manifiesto 2012 Por una Escuela Pública Laica.", extraído de laicismo.org 09/09/2013
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